Estas son una de las tantas fotos que tomé durante el 2º Uchina Bunkasai (Festival Cultural Okinawa-Japón).
La primera es un Daruma (en japonés) que proviene de Bodhidharma, fundador del budismo Zen.
En este caso Bodhidharma está representado por este muñeco Daruma. El Daruma es un muñeco de la suerte impregnado en la cultura japonesa. Representa a un monje budista y habitualmente está hecho de papel mache. Sin importar las veces que caiga, siempre se levanta simbolizando así la perserverancia y el esfuerzo continuo. Así fue usado durante muchas generaciones en pueblos de pescadores y agricultores para una buena pesca y cosecha, pedir por salud o bienestar.
Es muy común encontrarlo en las casas japonesas.
Dice la leyenda (dice Wikipedia) que el maestro Daruma perdió los brazos y las piernas de estar tantos años escondido en una cueva meditando y sin utilizarlos.
La tradición para la suerte dice: “Píntame el ojo izquierdo mientras pides un deseo. Píntame el otro ojo cuando tu deseo se haya hecho realidad”.
Algo muy importante: no olvidar agradecer.
La siguiente foto es de unas muñecas kokeshi cuya característica típica es el cuerpo cilíndrico sin manos y la cabeza redondeada.